Cantar de los Cantares 5:2-6:3
Es la voz de mi amado que llama:
Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía,
porque mi cabeza está llena de rocío,
mis cabellos de las gotas de la noche.
5:3 Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir?
He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?
5:4 Mi amado metió su mano por la ventanilla,
y mi corazón se conmovió dentro de mí.
5:5 Yo me levanté para abrir a mi amado,
y mis manos gotearon mirra,
y mis dedos mirra, que corría
sobre la manecilla del cerrojo.
5:6 Abrí yo a mi amado;
pero mi amado se había ido, había ya pasado;
y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
lo llamé, y no me respondió.
5:7 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad;
me golpearon, me hirieron;
me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.
5:8 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado,
que le hagáis saber que estoy enferma de amor.
5:9 ¿Qué es tu amado más que otro amado,
oh la más hermosa de todas las mujeres?
¿Qué es tu amado más que otro amado,
que así nos conjuras?
5:10 Mi amado es blanco y rubio,
señalado entre diez mil.
5:11 Su cabeza como oro finísimo;
sus cabellos crespos, negros como el cuervo.
5:12 Sus ojos, como palomas junto a los arroyos de las aguas,
que se lavan con leche, y a la perfección colocados.
5:13 Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores;
sus labios, como lirios que destilan mirra fragante.
5:14 Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos;
su cuerpo, como claro marfil cubierto de zafiros.
5:15 Sus piernas, como columnas de mármol fundadas sobre basas de oro fino;
su aspecto como el Líbano, escogido como los cedros.
5:16 Su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable.
Tal es mi amado, tal es mi amigo,
oh doncellas de Jerusalén.
6:1 ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres?
¿A dónde se apartó tu amado,
y lo buscaremos contigo?
6:2 Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias,
para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.
6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío;
el apacienta entre los lirios.
Atrás